jueves, 13 de octubre de 2011

"Si me hubieran dicho que de un principio todo iba a ser así, no hubiera aceptado. En realidad si, pero bajo la estricta y severa condición de modificar una sola cosa. Una sola cosa, sin mucha importancia para muchos. Una sola e insignificante cosa, que podría alterar el rumbo de mi vida para siempre, otorgándome millones de probables desenlaces, y posibilidades infinitas (alguna temidas, y algunas soñadas, pero con la hermosa y frustrante sensación de no saber que podría haber sido de mi). Si me hubieran dicho que de un principio todo iba a ser así, seguramente hubiera aceptado. Seguramente. Probablemente. Hubiera aceptado. O tal vez no. No hubiera emprendido ese viaje, que hoy me trae mas penas que glorias, y me tiene acá postrado escribiendo estas simples lineas. No, no hubiera aceptado. O si. Seguro que si. Mas allá de la "triste y desoladora perdida de mi eterno compañero de viajes", descubrí un lado oculto en mi. Un lado oscuro, y perverso. Un lado inexplorado, triste, negro, que floreció esa tarde de abril, allá en Puerto Iguazu. .¿Quien podría imaginar que no fue un simple resbalón? Si el único testigo de su caída fue su compañero fiel e incondicional desde los 8 años. ¿Quien podría sospechar de mi, con mi sensibilidad y mi falta de carácter? ¿Quien se animaría a juzgarme, a riesgo de quedar encasillado como un insensible y falto de corazón? La culpa no me carcome, ni me quita el sueño. Estoy convencido de que la muerte es un premio, y no un castigo. Y el realmente merecía ese premio. No hubiera soportado enterarse de toda la verdad. Seguramente hubiera sido un golpe muy duro saber todo, todo. Mas duro incluso que el golpe que sentencio su ida del mundo terrenal para adentrarse en el hermoso y tan ansiado paraíso. A veces, sobre todo los martes por la tarde, lo recuerdo. Cayendo al vacio, solo, confundido., con una mezcla de tristeza, y decepción en los ojos. Sabiendo que el, su mejor amigo, su compañero de secundaria, su ladero en cada una de sus arriesgadas aventuras, era el que acaba de sentenciarlo a morir. Tal vez crean que soy un insensible, y que el que merece estar allá abajo sea yo. Tal vez lo crean. Tal vez no. No tiene real importancia en este momento. Si me hubieran dicho que todo iba a ser así, seguramente hubiera aceptado. Solo modificaría una cosa, insignificante, pero que al fin y al cabo pudo alterar de maneras insospechadas el rumbo de las cosas. Si me hubieran dicho que todo iba a ser asi, jamas hubiera comprado ese reloj"

No hay comentarios:

Publicar un comentario