jueves, 21 de abril de 2011

Birdwhistell establece una diferencia entre la mujer sexy y la sensual; esta discrepancia es bastante fácil de observar en cualquier reunión. La mujer sensual comienza la noche mirando desde lejos y asume una actitud desinteresada; pero cuando habla con un hombre que le gusta, todo su rostro y hasta la postura de su cuerpo cambia. El hombre que llegue a percibir este hecho podrá sentir que, de alguna manera misteriosa, contribuyo a que ella sea más hermosa.
La mujer sexy, por otra parte, es la que usa grandes escotes y está rodeada de hombres. Pero los hombres que la rodean están allí porque, en realidad no le gustan las mujeres y consideran que ese es el lugar más seguro de la reunión. La mujer sexy esta tan ocupada emitiendo la señal de "soy mujer... soy mujer..." que no exige nada del hombre que está a su lado, excepto su total atención; por lo demás esta tan compenetrada en el desempeño de su papel, que no tiene ningún interés real en sus ocasionales compañeros. En el fondo es una figura trágica...

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