Crianza

Cuando era chico, y veía a mi mamá, y veía una mujer buena, demasiado trabajadora, y obsesiva con el orden y la limpieza. Veia una mujer espectacular, que siempre daba todos por nosotros, y sin pensar en ella. Que un mes y medio antes de mi cumpleaños, o el de May, o hasta de mi primo Juani, (como ella siempre dice, su cuarto hijo), se acostaba todas las noches a las 3 de la mañana, sin importarle tener que levantarse al otro dia por el simple hecho de hacernos una simple torta. Me acuerdo que se iba a trabajar a la escuela, y siempre se encariñaba con algún chico. Y le regalaba ropa, comida, lo ayudaba. También me acuerdo que nunca le pidió nada a nadie, que siempre trabajo, y que siempre fue honesta con el mundo. Tengo mil cosas para nombrar de ella, que en su momento pasaron desapercibidas, y no me alcanzarían 10 paginas para terminar.

Veía a mi viejo, un tipo muy trabajador. Que se levantaba siempre primero, y era el ultimo en acostarse. Siempre rodeado de gente, con mucho compañerismo. Recuerdos en San Nicolas, cuando yo con 9 años queria ir a jugar con tipos de 30, 35 y el me llevaba. Me llevaba, me hacia jugar con el, me quedaba parado al lado del arco, y cuando el llegaba solo para hacer el gol me la daba. Y yo me iba contento, contando por todos lados que había metido 7, u 8 goles, y me sentía orgulloso. O cuando se jugo un torneo entre los diferentes bancos, y salieron campeones, remontando la final, y saliendo el mejor jugador. Todas las familias juntas, alentando, compartiendo cosas, tomando algo, jugando, charlando. Tampoco me alcanzarían las 10 paginas para contar todos los buenos momentos que recuerdo con mi viejo.

Esos recuerdos, esos momentos que para mi eran costumbre, o pasaban desapercibidos, fueron forjando mi personalidad, fueron haciendome mejor persona, tratando de copiar todo lo bueno que me enseñaron. Hoy estoy orgulloso de lo que son, con sus errores, con sus defectos y sus virtudes. Y estoy orgulloso de la idea que me inculcaron y de la forma de pensar que tengo.